Adiós Wert, adiós,
no fue ningún placer trabajar bajo tu mandato.
Se fue el ministro de"Instrucción del Espíritu Nacional y Moral Franco-Catolica" ( huy, perdón, quise decir Educación, Ciencia y Cultura, de los últimos años en España. Nunca escuchó a nadie, salvo quizás al Espíritu Santo a través de las palabras de Rouco Varela. No buscó consensos, no admitió enmiendas, no escuchó ni siquiera a los más ilustres y preparados de los españoles que en los campos de su ministerio trabajaban; consiguió que la cultura fuera carísima, que los libros fueran carísimos, que la educación empeorara en calidad y resultara carísima, casi impagable a partir de las etapas básicas y obligatorias,.....
Frente a cada una de sus órdenes consiguió poner en contra a todos los partidos políticos, sindicatos, asociaciones,universidades, colectivos y empresas culturales,... (excepto, claro está, a los del PP - obligados por obediencia jurada -,a la cúspide de la Iglesia Católica ( que recibía así más dinero público y más alumnado en sus colegios y universidades privadas y discriminatorias -sobre todo por nivel económico- y a otras universidades y centros privados cercanos a los dirigentes del PP que conseguían lo mismo que la I.C.).


Adiós, Sr. Wert, ójala se le aparezca San Ignacio de Loyola, o San Agustín, o el mismísimo San Pablo y le convenzan del camino errado al que nos arrastraba. Mientras tanto, por favor: No vuelva a la esfera pública de esta país.