Rumbo a la isla desconocida

Rumbo a la isla desconocida
“ ... la escuela , si ha de realizar la labor de transformar por completo el ambiente nacional forjando un auténtico espíritu democrático, necesita la asistencia moral del pueblo, interesar al pueblo en su labor, para ser el centro alrededor del cual giren todos los problemas del sentimiento y la cultura; necesita la escuela que entre ella y la sociedad que la envuelve, exista una perfecta analogía de acción, para que el pueblo preste calor y autoridad a la escuela y ésta recoja las aspiraciones de aquél, para estimularlas, y sus necesidades, para servirlas”. Higinio Martínez ( Asociación de Maestros Nacionales de Alcira) en la publicación Laborando- 1932- Segunda República Española.

viernes, 26 de junio de 2015

Adiós Wert, adiós, 

no fue ningún placer trabajar bajo tu mandato.


     Se fue el ministro de"Instrucción del Espíritu Nacional y Moral Franco-Catolica" ( huy, perdón, quise decir Educación, Ciencia y Cultura, de los últimos años en España. Nunca escuchó a nadie, salvo quizás al Espíritu Santo a través de las palabras de Rouco Varela. No buscó consensos, no admitió enmiendas, no escuchó ni siquiera a los más ilustres y preparados de los españoles que en los campos de su ministerio trabajaban; consiguió que la cultura fuera carísima, que los libros fueran carísimos, que la educación empeorara en calidad y resultara carísima, casi impagable a partir de las etapas básicas y obligatorias,.....
    Frente a cada una de sus órdenes consiguió poner en contra a todos los partidos políticos, sindicatos, asociaciones,universidades, colectivos y empresas culturales,... (excepto, claro está, a los del PP - obligados por obediencia jurada -,a  la cúspide de la Iglesia Católica ( que recibía así más dinero público y más alumnado en sus colegios y universidades privadas y discriminatorias -sobre todo por nivel económico- y a otras universidades y centros privados cercanos a los dirigentes del PP que conseguían lo mismo que la I.C.).
  Fue el creador de la teoría que para elevar el nivel educativo en España se necesitaba menos inversión en estructuras, materiales y recursos ( tanto materiales como humanos), o sea mas ciencia teórica en las pizarras y menos ciencia experimental e investigación; así como que para saber más idiomas extranjeros quitar horas de idioma extranjero y aumentar las de religión ( asignatura que contribuiría enormemente en el aumento de nivel educativo al aportar sus notas a la media).
  En fín, suele decirse que cada pueblo tiene los dirigentes que se merece, es posible que sea así y los españoles arrastremos alguna maldición divina que desconocemos; no obstante pienso que ministros como el Sr. Wert no lo merece ni el pueblo enemigo más odiado.
  Adiós, Sr. Wert, ójala se le aparezca San Ignacio de Loyola, o San Agustín, o el mismísimo San Pablo y le convenzan del camino errado al que nos arrastraba. Mientras tanto, por favor: No vuelva a la esfera pública de esta país.


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